La pandemia de COVID-19 ha dejado una profunda huella en las cadenas de suministro de todo el mundo, obligando a las empresas a replantear sus estrategias y adaptarse a un nuevo panorama empresarial. En este contexto de cambio y reajuste, la inteligencia artificial ha emergido como una herramienta invaluable para ayudar a las empresas a superar las dificultades y aprovechar las oportunidades en la era post-pandémica.
Una de las principales consecuencias de la pandemia ha sido la reevaluación de las estrategias de abastecimiento por parte de las empresas, muchas veces buscando fuentes más cercanas a su operación. Sin embargo, varias se han encontrado con la situación de que las empresas locales no están en condiciones de cumplir con estándares en términos sociales y ambientales, especialmente en un momento en que el énfasis en la sostenibilidad es más fuerte que nunca. Esta disparidad ha generado la necesidad de reacomodación en el mercado.
Aquí es donde la inteligencia artificial entra en juego, ayudando al mercado a identificar nuevas fuentes de abastecimiento, a mapear las más confiables y las que cumplen con las distintas regulaciones, todo eso de forma rápida y eficiente.
Actualmente, datos estadísticos muestran que las empresas grandes alcanzan índices de sostenibilidad hasta tres veces superiores a las pequeñas empresas.
En este escenario que la tecnología, a través de la inteligencia artificial (IA) entra jugando un rol clave pues posibilita:
a) la identificación de nuevas fuentes de abastecimiento de forma rápida, mapeando las más confiables y las que cumplen con las regulaciones locales, lo que garantiza una cadena de suministro más robusta y diversificada.
b) la mejora de la eficiencia operativa: con la IA, las empresas pueden alcanzar la eficiencia operativa al optimizar los procesos de abastecimiento, reduciendo costos y tiempos de entrega, lo que se traduce en una cadena de suministro más ágil y rentable.
c) la mejora de la sostenibilidad: la IA ayuda al identificar proveedores que cumplen con los estándares sociales, ambientales y de prevención de fraudes, lo que permite a las empresas tomar decisiones más responsables y éticas.
En conjunto, estos beneficios demuestran el papel crucial que desempeña la inteligencia artificial en la transformación y recuperación de las cadenas de suministro en la era post pandemia, brindando a las empresas las herramientas necesarias para adaptarse a los nuevos desafíos y aprovechar las oportunidades emergentes
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